El envejecimiento de la población: Valparaíso y Ñuble tienen un adulto mayor por cada menor de 15 años

Si en 1992 había 22,3 adultos mayores por cada 100 niños o adolescentes menores de 15 años en Chile, el índice llegó a 79 en el Censo 2024. ¿La explicación? Dos factores: mayor esperanza de vida y caída de la natalidad.

El país envejece a ritmos distintos según la región. Mientras Valparaíso y Ñuble alcanzan índices de 98,6 y 97,6, respectivamente -casi 100 adultos mayores por cada 100 menores de 15 años-, zonas del norte como Tarapacá y Antofagasta mantienen poblaciones mucho más jóvenes.

El cofundador de SelloMayor y exdirector nacional del Senama, Octavio Vergara, sostuvo que la realidad hoy es muy dispar. ‘Hay regiones que están al mismo nivel que países muy envejecidos, como Japón, España y Francia; y otras que están viviendo procesos de cambios demográficos más similares a países de América Latina, como Perú o Bolivia’, dijo.

También, subrayó las diferencias entre zonas rurales y urbanas, donde los desafíos para abordar el fenómeno son totalmente distintos.

El caso de Valparaíso

De acuerdo con el Censo 2024, en la Región de Valparaíso viven 314.343 adultos mayores de 65 años, que representan el 16,6% de la población de la Región de Valparaíso.

La seremi de Desarrollo Social y Familia de Valparaíso, Claudia Espinoza, detalló que el envejecimiento en la zona responde a dos fenómenos migratorios ocurridos en los últimos años.

Durante la pandemia, las comunas costeras comenzaron a recibir un número importante de personas mayores desde otras regiones, principalmente desde la Región Metropolitana, fenómeno que se ha hecho visible en Puchuncaví y Papudo, pero especialmente en El Tabo, comuna que también exhibió un importante auge inmobiliario.

El otro proceso migratorio afecta a la provincia de Petorca, donde la sequía ha llevado a los jóvenes a moverse hacia zonas urbanas, manteniéndose en la provincia las personas mayores que vivían allí.

Un norte más joven

Una serie de factores inciden en que la pirámide demográfica del norte muestre una mayor cantidad de jóvenes versus otros territorios.

El director del Instituto Regional de Economía Amplificada de la Universidad Católica del Norte, Manuel Pérez, explicó que las regiones de esa zona presentan menos envejecimiento porque ‘se caracterizan por un mayor dinamismo económico y generar niveles de renta superiores al promedio nacional, principalmente debido a la influencia de la actividad minera’.

El académico detalló que este sector ‘cuenta con una fuerza laboral de menor edad promedio’ y, además, ‘el dinamismo económico de estas zonas ha impulsado un importante flujo migratorio, compuesto en su mayoría por personas en edad de trabajar’.

Sin embargo, son regiones con un costo de vida más elevado, lo que ‘afecta especialmente a las personas mayores, ya jubiladas y dependientes de sus pensiones’, lo que hace que muchos adultos mayores opten por no residir en estos lugares, expresó.

Otro factor que influye en la estructura poblacional es la limitada provisión de servicios básicos, particularmente en salud. La situación anterior, señaló Pérez, ‘motiva a que la población de mayor edad migre hacia el centro del país en busca de una mejor atención médica’.

Desde el territorio

Vergara planteó que una de las claves para abordar el desafío de longevidad es hacerlo desde políticas regionales. ‘No todo se tiene que resolver desde el nivel central’, dijo.

Aunque señaló que hay discusiones que deben darse a nivel nacional, como la reforma de pensiones, ‘parte importante de las soluciones tienen que generarse desde las propias regiones, reconociendo la realidad, necesidad demográfica y características de esa región’.

Instó a que temas como soluciones habitacionales; participación e integración de personas mayores a la comunidad; seguridad; transporte; y necesidades de cuidado tengan un fuerte componente territorial. ‘Así lo han entendido los países más envejecidos’, aseguró, mencionando a Finlandia y Japón como ejemplo de políticas con resultados positivos.

Para la excoordinadora del Senama en La Araucanía, Karin Mella, en su región el envejecimiento ya no es un fenómeno futuro, sino una realidad que está transformando la economía, y que ‘requiere una planificación estratégica regional que permita anticipar y adaptarse a estos cambios’. A su juicio, esto ‘obliga a repensar el mercado laboral, la infraestructura social y los servicios de cuidado’.

La seremi de Valparaíso, Claudia Espinosa, añadió que ‘un desafío fundamental es generar una oferta adecuada de política pública para promover el envejecimiento activo de forma transversal’, tanto en mujeres como en hombres.

Fuente: El Diario Financiero, Sección DF – BANCA & FINANZAS, Pág. 68-70 (Medio Impreso)

Ciudad y vejez

Señor Director:

Habiendo recién pasado el mes del adulto mayor y ad-portas de elecciones, Chile enfrenta una urgencia: somos el país con la tasa de envejecimiento más alta de América Latina. La población sobre 65 años se duplicó entre 1992 y 2017 y hoy bordea el 15% del total, mientras el tamaño promedio de los hogares cayó de cuatro a 2,8 personas por vivienda. Sin embargo, el país no está preparado para una sociedad que evidentemente, envejece. ¿Cómo estamos proyectando nuestras ciudades ante esta realidad? ¿Cómo vamos a vivir en 20 o 30 años más, con esta realidad demográfica?

Las políticas públicas se concentran en pensiones y salud, pero dejan fuera la habitabilidad y el territorio. Solo una de cada cuatro empresas dirige sus productos a este grupo, aunque en el hemisferio norte los mayores representan el 60% del consumo. Es interesante abrirse a modelos colaborativos, tan necesarios para esa etapa de la vida. Modelos como el cohousing (vivienda colaborativa intencional), establecidos en países como España o Dinamarca, hacen posible combinar vida independiente, espacios comunes y redes de apoyo intergeneracional, probando que, además, trae importantes beneficios para niños, jóvenes y personas mayores.

En línea con esto, incorporar la vivienda universal y adaptar las ciudades, veredas, cruces y plazas, son otros de los pasos que faltan para hacer de Chile un país donde envejecer no sea un desafío, sino una etapa vivible y digna.

Javiera Basso – Líder de la Unidad Estudios de Mujeres Inmobiliarias y directora en JLL

Fuente: El Libero

Alfabetización digital de personas mayores

Cómo conectar con nuevas oportunidades de inclusión

En Chile, la acelerada digitalización ha dejado a miles de adultos mayores al margen de servicios, redes sociales y hasta trámites básicos en línea. Distintas iniciativas, como el Fondo 55+ de Entel, buscan revertir esta exclusión y abrir caminos de autonomía.

Lo que para algunas personas es un trámite cotidiano, para algunos adultos mayores es un obstáculo insuperable.

Esta es la realidad de muchos chilenos que no manejan herramientas digitales, y para quienes hacer una transacción bancaria, pedir una hora médica o vender productos es un obstáculo insalvable, lo que puede profundizar la desigualdad y el riesgo de exclusión social en una población que crece año a año.

Esto adquiere relevancia al considerar que, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), para 2050, una de cada cuatro personas tendrá más de 65 años. De hecho, un estudio del Servicio Nacional de Adultos Mayores (Senama) reveló que el 66% de ellos se ha sentido presionado a aprender sobre nuevas tecnologías para no sentirse excluido.

Sin embargo, algunas iniciativas muestran que, con acompañamiento y capacitación, la brecha puede reducirse.

Luchar contra la exclusión

Una de las más relevantes es el Fondo 55+, que ha financiado seis proyectos en alianza con universidades y ONG en nueve regiones. Entre ellos destacan OpenSeniors, que certifica competencias digitales en la Universidad de Chile; Reactívate para Revivir, que promueve la salud y la actividad física mediante aplicaciones, y Conectadas 55+, orientado al emprendimiento digital femenino. A la fecha, más de 5 mil personas han sido beneficiadas con estas iniciativas.

‘El cambio demográfico no es un desafío lejano, ya está ocurriendo hoy. Lo que buscamos con el Fondo 55+ es que las personas mayores tengan las mismas oportunidades que cualquier otra generación para aprender, emprender y participar en su comunidad a través de la tecnología’, dice la gerente de Sostenibilidad y Comunicaciones de Entel, Francisca Florenzano.

Por otra parte, el Programa 70+ busca garantizar acceso a la conectividad en personas con más de siete décadas de vida. Con más de 145 mil usuarios inscritos, incluye no solo planes de datos y llamadas, sino también apoyos complementarios como servicio técnico remoto, atención a domicilio y atención preferente en puntos de contacto, elementos que reducen las barreras más comunes para este grupo etario.

‘Cuando las personas mayores adquieren confianza en el uso de la tecnología, no solo mejoran su autonomía, sino también su bienestar y sentido de pertenencia en sus comunidades’, agrega Francisca Florenzano.

Una de las beneficiadas es Mónica Nawrath, de 60 años, a quien la alfabetización digital transformó su vida cotidiana. Dueña de un pequeño emprendimiento de reciclaje textil en Renca, dependía de su hija para tomar fotografías y publicar en redes sociales. Hoy, gracias al programa Conectadas 55+, pudo expandir su proyecto y participar activamente en ferias y ventas online.

‘Antes, mi hija sacaba las fotos y las subía; ahora lo hago sola y hasta diseño mis propios logos’, relata orgullosa, destacando que maneja su propia cuenta de Instagram e incluso utiliza inteligencia artificial para potenciar su negocio.

No obstante, la alfabetización digital de las personas mayores no puede quedar solo en manos de programas aislados. El rápido envejecimiento poblacional plantea la urgencia de políticas públicas que reconozcan la inclusión tecnológica.

Para Francisca Florenzano, iniciativas como el Fondo 55+ demuestran que es posible escalar este tipo de programas a nivel regional y generar impactos medibles en la autonomía y la participación de miles de personas.

Cifras

  • 83% de América Latina es considerada población digital, de acuerdo a cifras de Americas Market Intelligence.
  • 677 millones de usuarios móviles existen en Latinoamérica al año 2025, sostienen datos de la GSMA.
  • 26,7 millones de líneas móviles hay en Chile, según datos de Subtel, lo que supera al total de la población nacional.
  • US$ 680 millones dice la GSMA que recaudará a 2030 la industria móvil en Latinoamérica.

Fuente: El Mercurio, Sección suplemento, Pág. 3 (Medio Impreso)

Manténgase “a toda máquina” después de los 65 años

En Chile existen diversos programas estatales de cursos, viajes y beneficios sociales que permiten a las personas mayores mantenerse activas, cuidar su salud y seguir participando plenamente de la
sociedad para disfrutar los años dorados con autonomía y energía.
Noemí Salazar, terapeuta ocupacional de Senior Suites, una residencia
para que las personas mayores vivan con autonomía, bienestar y cuidados profesionales, nos entrega las siguientes
Recomendaciones:

Movimiento diario:

“Mantener la movilidad previene caídas y pérdida de masa muscular. Por
eso, recomendamos caminar, ejercicios de equilibrio o fuerza”, indica la profesional. El Ministerio de Salud, así como diversas municipalidades, promueven programas dirigidos a¡ personas mayores para integrar la actividad física como pilar de la prevención de dependencia.

Chequeos programados:

“Nunca está de más realizar una cita preventiva con el médico, al menos una vez al año, controlar presión, glicemia, visión y audición, ya que permite detectar riesgos tempranos”, advierten desde Senior Suites. Es más, el sistema público impulsa revisiones periódicas, como el Examen de Medicina Preventiva del Adulto Mayor (Empam) que se realiza en los Centros de Salud Familiar (Cesfam).

Entrenar la mente:

A través de actividades cognitivas, como clubes de lectura, talleres y
cursos. “El objetivo es retrasar el deterioro y fomentar la socialización. Programas municipales y nacionales contemplan talleres y espacios comunitarios para personas mayores”, señala Salazar.

También en Sence.gob.cl es posible accedera cursos en línea y asincrónicos para aprender sobre nuevas tecnologías, inteligencia artificial y a desenvolverse en ambientes digitales.

Fuente: El Mercurio, Sección sociedad, Pág. 20 (Medio Impreso)

Día Mundial del Alzheimer: enfermedad podría afectar a más de medio millón de chilenos en 2050

El Alzheimer representa entre el 60 % y el 80 % de los casos de demencia en Chile y puede iniciarse mucho antes de lo que se cree. Conocer los primeros signos, los factores de riesgo y la importancia de la detección temprana es clave para mejorar la calidad de vida de pacientes y cuidadores.

Cada 21 de septiembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial del Alzheimer, con el objetivo de educar a la sociedad sobre esta enfermedad neurodegenerativa y visibilizar el impacto que tiene en la calidad de vida de quienes la padecen, así como en sus familias y cuidadores. En Chile, se estima que más de 200.000 personas viven actualmente con Alzheimer y que la cifra podría superar el medio millón en 2050.

Según el doctor Juan Carlos Molina, jefe de geriatría de Clínica MEDS, más del 50 % de las demencias son Alzheimer o posibles Alzheimer. El especialista aclara que no todas las demencias se relacionan con la edad y que existen casos secundarios a condiciones médicas como déficit de vitamina B12, problemas tiroideos, infecciones o hidrocefalia normotensiva, que pueden tener cierto grado de reversibilidad.

Factores de riesgo y prevención

Respecto a los primeros signos de alarma, Molina advierte que “la gente consulta por quejas de memoria, pero esto parte antes, con problemas de atención, de juicio, de raciocinio o de capacidad de abstracción. No es lo mismo olvidar dónde se dejaron los lentes que no recordar que se usan lentes”.

Entre las señales más comunes, detalla el olvido de citas, deudas sin pagar o repetición de preguntas, aunque también aclara que este último síntoma puede confundirse con cuadros de depresión o estrés.

El especialista explica que tener un familiar con Alzheimer no garantiza desarrollar la enfermedad: solo un 15 % de los casos tiene origen hereditario. En cambio, factores como traumatismos cerebrales, bajo nivel educacional, falta de contacto social, hipertensión, diabetes, colesterol alto, tabaquismo y sedentarismo aumentan el riesgo.

“Caminar 8.000 pasos diarios puede reducir en un 50 % la probabilidad de desarrollar Alzheimer”, destaca Molina, quien insiste en que cuidar la salud del corazón y mantener vínculos sociales activos es tan importante como cualquier medicamento.

El impacto en los cuidadores

La evolución de la enfermedad implica una pérdida progresiva de autonomía y, en etapas avanzadas, incluso de la personalidad, lo que representa un “duelo no consumado” para los cuidadores. Por eso, los tratamientos actuales –que son paliativos y no curativos– deben complementarse con un acompañamiento psicosocial que apoye tanto al paciente como a quienes lo cuidan.

Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, distintos profesionales de la salud de residencia para el adulto mayor Senior Suites entregaron recomendaciones para acompañar a quienes viven con esta condición:

  • Socializar con pares y familiares: La terapeuta ocupacional Noemí Salazar enfatiza que el aislamiento acelera el deterioro, mientras que la participación social, el ocio y el contacto humano ayudan a mantener la funcionalidad.
  • Mantenerse en movimiento: El kinesiólogo Vicente Velasco recomienda ejercicios de coordinación y equilibrio, caminatas supervisadas y actividades de psicomotricidad que estimulen lo físico y lo cognitivo.
  • Cuidar la alimentación: La nutricionista Elena Alvear recuerda que los horarios son claves, ya que muchas veces los pacientes olvidan si comieron o no. Ajustar la consistencia de los alimentos según la etapa de la enfermedad es fundamental.
  • Apoyo en la comunicación y deglución: La fonoaudióloga Pamela Acuña señala que es clave tratar los problemas de deglución y del habla, además de mantener la participación de los pacientes en pequeñas decisiones cotidianas.

Un desafío país

De acuerdo con el Censo 2024, en Chile hay más de 2,5 millones de personas mayores de 65 años, lo que refleja un rápido envejecimiento poblacional. De acuerdo al Índice de Envejecimiento en Chile (2024), por cada 100 personas de 14 años o menos hay 79 personas de 65 años o más. Y en una sociedad donde la esperanza de vida crece, también pueden aumentar los casos de demencia.

El concepto de envejecimiento activo, impulsado por programas públicos del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y por instituciones privadas como Senior Suites, aparece como una oportunidad para mejorar la calidad de vida de quienes hoy envejecen y de quienes, en el futuro, enfrentarán enfermedades como el Alzheimer.

Porque el Alzheimer no solo borra recuerdos, también transforma la vida de familias completas. Cada 21 de septiembre, el mundo recuerda la importancia de detectar a tiempo esta enfermedad que afecta la memoria, la conducta y la autonomía, y que en Chile ya impacta a más de 200 mil personas.

Fuente: https://www.elmostrador.cl/

21 de Septiembre se conmemora Día Mundial del Alzheimer

Según el Ministerio de Salud, alrededor de 200.000 personas en Chile viven con esta condición. Actualmente, esta enfermedad es la principal causa de demencia en población adulta mayor y afecta aproximadamente a 6 de cada 10 chilenos mayores de 65 años.

En la conmemoración del día mundial de Alzheimer, cuatro profesionales de la salud enfocados en el cuidado de las personas mayores dieron sus consejos para dar el mejor cuidado a quienes viven con esta condición. De acuerdo al Censo 2024, más de dos millones y medio de personas tienen 65 años o más.

El Alzheimer es un trastorno neurocognitivo mayor que se traduce en un tipo de demencia progresiva. Las principales características de esta enfermedad son la alteración de la memoria, de la conducta y la disminución o pérdida de la autonomía. Existe la escala global de demencia, que va del uno al siete, según las etapas que se encuentra la persona con demencia o Alzheimer, los cuidados que requiera el paciente serán determinados por su calificación en la escala , aclaran expertos.

Este trastorno debe ser tratado multidisciplinariamente, es decir, desde el punto de vista de variados profesionales. En sus declaraciones hay cuatro consejos para hacer más llevadera la vida de una persona con Alzheimer.

Socializar con pares y familiares

Noemí Salazar es terapeuta ocupacional hace diez años en la residencia para el adulto mayor Senior Suites. La profesional de la salud recalca la importancia de vivir en comunidad para las personas con Alzheimer. «Si tú te aíslas, tienes un deterioro mayor y más rápido. En cambio, al estar en compañía, la participación social, el ocio y el tiempo libre, conocer nuevas personas, aunque no recuerdes el nombre, pero lo reconoces como una persona cercana, ayuda a mantener la funcionalidad y hacer un declive dentro del Alzheimer», explica.

Mantener una vida activa y en movimiento

Desde la misma institución, el kinesiólogo Vicente Velasco comenta que los ejercicios de equilibrio de coordinación son importantes para prevenir el riesgo de caídas. Además, llama a promover la marcha supervisada y el uso adecuado de las ayudas técnicas -como el «burrito» o el bastón-. Por otro lado, incentiva a trabajar la respiración y la capacidad pulmonar. Por último, el kinesiólogo guía a favorecer actividades de psicomotricidad que estimulen tanto lo físico como lo cognitivo.

La importancia de las comidas

La nutricionista Elena Alvear trabaja con personas mayores y manifiesta que el primer paso para desarrollar una pauta de alimentación para pacientes con Alzheimer es identificar en qué fase del trastorno se encuentra y, así, se puede definir la consistencia de la comida. Da a conocer que las principales dificultades para la nutrición en un adulto mayor con este trastorno son los horarios, ya que «pasa muchas veces que olvidan que ya comieron, por lo tanto solicitan de nuevo su desayuno, el almuerzo o algún tiempo de comida. Por el contrario, creen que ya se alimentaron, por lo tanto, llega el almuerzo, llega el desayuno y no quieren consumir alimentos pensando que ya lo ingirieron previamente», puntualiza.

Del punto de vista de la fonoaudiología, que trabaja codo a codo con la nutrición, es de suma relevancia tratar los problemas de deglución que pueden presentar estas personas. Además, brindan ayuda a quienes tienen problemas del habla. Pamela Acuña es fonoaudióloga y explica que es importante fomentar la participación y la socialización y también involucrar a la persona en algunas sesiones sencillas de la vida diaria, por ejemplo, si prefiere té o café.

De acuerdo al Índice de Envejecimiento en Chile (2024), por cada 100 personas de 14 años o menos hay 79 personas de 65 años o más. De cara a esos números, se vuelve primordial plantearse de qué manera está envejeciendo la población. El envejecimiento activo surge como una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y es practicado a lo largo del país por entidades gubernamentales como el Servicio Nacional del Adulto Mayor y entidades privadas como Senior Suites.

Fuente: https://mediastation.simbiu.es/

Soledad: el dolor silencioso en la tercera y cuarta edad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como adulto mayor a cualquier persona que tenga 60 o más años. La misma institución determina que para 2030 una de cada seis personas en el mundo formará parte de este grupo etario. Con lo anterior también vienen complicaciones. Por ejemplo, a medida que la edad avanza los vínculos sociales van disminuyendo y con ello llega la soledad.

De acuerdo al estudio “Soledad no Deseada y Aislamiento Social en la Vejez: Prevalencia, Factores de Riesgo y Estrategias de Acción” del Observatorio del Envejecimiento UC – Confuturo, publicado en julio
de 2025, la soledad afecta al 49,2% de los adultos mayores y 55,5% de ellos presenta un alto riesgo de aislamiento social. Además, la investigación determinó que el 30,7% delos encuestados convive con ambos problemas al mismo tiempo.

Óscar Sepúlveda Pacheco, psicólogo experto en adulto mayor y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, explica que desde la pandemia se han intensificado las razones que han ido empujando el fenómeno de la soledad: «los adultos mayores sufrieron particularmente esa situación porque tenían menos redes de apoyo que permitieran enfrentar esa soledad no deseada de una manera menos traumática. Las personas necesitamos, para tener una vida sana, no solo un cuerpo sano y nuestra mente sana, sino que también necesitamos el vínculo con otras personas», declara el catedrático.

El especialista manifiesta que no hay que ver que la soledad siempre es negativa, esta puede ser positiva cuando está bien encausada y cuando las personas tienen herramientas para enfrentarla. Menciona que con los recursos psíquicos correctos se puede enfrentar una soledad de una manera sana, generando espacios de autoencuentro o autoconocimiento.

Algunos académicos definen la soledad como un fenómeno subjetivo, es decir, se trataría de una falta de concordancia entre las relaciones sociales que alguien quisiera tener y las que efectivamente tiene. En 1973, Robert Weiss definió la soledad como una percepción de aislamiento social, describiéndola como una condición crónica y persistente. En ese contexto, es importante dar relevancia a la sensación de soledad en la tercera edad.

La evidencia demuestra que a medida que avanza la edad, los círculos se van volviendo más pequeños. Fue el caso de Helga Brickle. Hace 15 años, la pérdida de su marido marcó un periodo de profunda soledad para ella. Durante mucho tiempo vivió sola, hasta que decidió mudarse a Senior Suites. Profesora normalista de profesión, confiesa que enseñar sigue siendo una de sus grandes pasiones. Hoy, con 85 años, se siente feliz de residir en un ligar donde cada día tiene actividades y donde ha encontrado valiosas amistades.

“Yo estaba así, confundida. Pensaba que posiblemente algún hijo venía a dejar a su mamá y se olvidaba porque sabe que estaría bien atendida. No sé si habría algún caso así, pero yo ubico a casi todos y no lo he visto. Yo me sé más o menos el 80% de los nombres, de los residentes, de las enfermeras y de la gente que trabaja en la cocina”, dice Brickle.

Según un estudio de 2020 de las National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine, la soledad no solo causa malestar emocional, sino que también trae consecuencias físicas como problemas cardiovasculares, deterioro cognitivo y demencia, enfermedades crónicas y deterioro funcional, conductas de riesgo y bienestar general como tabaquismo, alcoholismo y sedentarismo, afecciones a la salud mental –incluso llegando al riesgo suicida–.

Respecto a lo anterior, Sepúlveda Pacheco puntualiza que uno de los problemas graves causados por la soledad y el aislamiento es que la persona pierde perspectiva del sentido de la vida cuando se siente
muy sola. “Tiene efectos, por lo tanto, en esa necesidad vincular que todos los seres humanos tienen. Todos sabemos que somos seres sociales, necesitamos de otros para poder vivir. Nadie puede vivir solo”, declara el experto.

Si bien no ve muy seguido a sus cuatro hijos, ya que viven fuera de Santiago, Helga se alegra porque siempre la llaman por teléfono. Independiente de aquello, comenta que la residencia le ha dado todo tipo de oportunidades para relacionarse con los otros residentes. “Eso estamos tratando de hacer muchas personas. Que nadie se sienta solo. Hay casos en los que uno no puede meterse, porque a veces es el matrimonio”, explica la profesora.

Son muchos los adultos mayores que experimentan soledad, esto es avalado por los datos. El mayor desafío está en cambiar la mentalidad frente a las personas de la tercera edad. Signos de avance se ven en proyectos de ley como la Ley “Hijito Corazón”, que busca protegerlos a los adultos mayores, especialmente a los mayores de 80 años, frente al abandono y la desprotección.

Fuente: https://mediastation.simbiu.es/

Soledad en la tercera y cuarta edad: así impacta en la salud física y mental de los mayores

Es conocido que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como adulto mayor a cualquier persona que tenga 60 o más años. La misma institución determina que para 2030 una de cada seis personas en el mundo formará parte de este grupo etario.

Naturalmente, con lo anterior también vienen ciertas complicaciones. Por ejemplo, a medida que la edad avanza los vínculos sociales van disminuyendo y con ello no es raro que llegue la soledad.

De acuerdo al estudio “Soledad no Deseada y Aislamiento Social en la Vejez: Prevalencia, Factores de Riesgo y Estrategias de Acción” del Observatorio del Envejecimiento UC – Confuturo, publicado en julio de 2025, la soledad afecta al 49,2% de los adultos mayores y 55,5% de ellos presenta un alto riesgo de aislamiento social.

Sumado a lo anterior, la investigación determinó que el 30,7% de los encuestados convive con ambos problemas al mismo tiempo.

Óscar Sepúlveda Pacheco, psicólogo experto en adulto mayor y académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, explica que desde la Pandemia se han intensificado las razones detrás del fenómeno.

“Los adultos mayores sufrieron particularmente esa situación porque tenían menos redes de apoyo que permitieran enfrentar esa soledad no deseada de una manera menos traumática. Las personas necesitamos, para tener una vida sana, no solo un cuerpo sano y nuestra mente sana, sino que también necesitamos el vínculo con otras personas”, declara.

El especialista suma que la soledad no siempre es negativa. Esta puede ser positiva cuando está bien encausada y cuando las personas tienen herramientas para enfrentarla. Menciona que con los recursos psíquicos correctos se puede enfrentar de una manera sana, generando espacios de autoencuentro o autoconocimiento.

Algunos académicos definen la soledad como un fenómeno subjetivo, es decir, se trataría de una falta de concordancia entre las relaciones sociales que alguien quisiera tener y las que efectivamente tiene. En 1973, Robert Weiss definió la soledad como una percepción de aislamiento social, describiéndola como una condición crónica y persistente.

La evidencia demuestra que a medida que avanza la edad, los círculos sociales se van volviendo más pequeños. Así fue para Helga Brickle. Hace 15 años, la pérdida de su marido marcó un antes y después para ella.

Durante mucho tiempo vivió sola, hasta que decidió mudarse a Senior Suites. Profesora normalista de profesión, confiesa que enseñar sigue siendo una de sus grandes pasiones. Hoy, con 85 años, se siente feliz de tener actividades y vínculos con otras personas.

“Yo estaba así, confundida. Pensaba que posiblemente algún hijo venía a dejar a su mamá y se olvidaba porque sabe que estaría bien atendida. No sé si habría algún caso así, pero yo ubico a casi todos y no lo he visto. Yo me sé más o menos el 80% de los nombres, de los residentes, de las enfermeras y de la gente que trabaja en la cocina”, explica Brickle.

Los problemas de salud que acarrea la soledad en edades avanzadas

Según un estudio de 2020 de las National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine, la soledad no solo causa malestar emocional, sino que también trae consecuencias físicas como problemas cardiovasculares, deterioro cognitivo y demencia, enfermedades crónicas y deterioro funcional, conductas de riesgo y bienestar general como tabaquismo, alcoholismo y sedentarismo, afecciones a la salud mental.

Respecto a lo anterior, Sepúlveda Pacheco puntualiza que uno de los problemas graves es que la persona pierde perspectiva del sentido de la vida cuando se siente muy sola.

Signos de avance se ven en proyectos de ley como la Ley “Hijito Corazón” (detalles pinchando aquí), que busca protegerlos a los adultos mayores, especialmente a los mayores de 80 años, frente al abandono y la desprotección.

Fuente: adnradio.cl

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