El envejecimiento de la población: Valparaíso y Ñuble tienen un adulto mayor por cada menor de 15 años

Si en 1992 había 22,3 adultos mayores por cada 100 niños o adolescentes menores de 15 años en Chile, el índice llegó a 79 en el Censo 2024. ¿La explicación? Dos factores: mayor esperanza de vida y caída de la natalidad.

El país envejece a ritmos distintos según la región. Mientras Valparaíso y Ñuble alcanzan índices de 98,6 y 97,6, respectivamente -casi 100 adultos mayores por cada 100 menores de 15 años-, zonas del norte como Tarapacá y Antofagasta mantienen poblaciones mucho más jóvenes.

El cofundador de SelloMayor y exdirector nacional del Senama, Octavio Vergara, sostuvo que la realidad hoy es muy dispar. ‘Hay regiones que están al mismo nivel que países muy envejecidos, como Japón, España y Francia; y otras que están viviendo procesos de cambios demográficos más similares a países de América Latina, como Perú o Bolivia’, dijo.

También, subrayó las diferencias entre zonas rurales y urbanas, donde los desafíos para abordar el fenómeno son totalmente distintos.

El caso de Valparaíso

De acuerdo con el Censo 2024, en la Región de Valparaíso viven 314.343 adultos mayores de 65 años, que representan el 16,6% de la población de la Región de Valparaíso.

La seremi de Desarrollo Social y Familia de Valparaíso, Claudia Espinoza, detalló que el envejecimiento en la zona responde a dos fenómenos migratorios ocurridos en los últimos años.

Durante la pandemia, las comunas costeras comenzaron a recibir un número importante de personas mayores desde otras regiones, principalmente desde la Región Metropolitana, fenómeno que se ha hecho visible en Puchuncaví y Papudo, pero especialmente en El Tabo, comuna que también exhibió un importante auge inmobiliario.

El otro proceso migratorio afecta a la provincia de Petorca, donde la sequía ha llevado a los jóvenes a moverse hacia zonas urbanas, manteniéndose en la provincia las personas mayores que vivían allí.

Un norte más joven

Una serie de factores inciden en que la pirámide demográfica del norte muestre una mayor cantidad de jóvenes versus otros territorios.

El director del Instituto Regional de Economía Amplificada de la Universidad Católica del Norte, Manuel Pérez, explicó que las regiones de esa zona presentan menos envejecimiento porque ‘se caracterizan por un mayor dinamismo económico y generar niveles de renta superiores al promedio nacional, principalmente debido a la influencia de la actividad minera’.

El académico detalló que este sector ‘cuenta con una fuerza laboral de menor edad promedio’ y, además, ‘el dinamismo económico de estas zonas ha impulsado un importante flujo migratorio, compuesto en su mayoría por personas en edad de trabajar’.

Sin embargo, son regiones con un costo de vida más elevado, lo que ‘afecta especialmente a las personas mayores, ya jubiladas y dependientes de sus pensiones’, lo que hace que muchos adultos mayores opten por no residir en estos lugares, expresó.

Otro factor que influye en la estructura poblacional es la limitada provisión de servicios básicos, particularmente en salud. La situación anterior, señaló Pérez, ‘motiva a que la población de mayor edad migre hacia el centro del país en busca de una mejor atención médica’.

Desde el territorio

Vergara planteó que una de las claves para abordar el desafío de longevidad es hacerlo desde políticas regionales. ‘No todo se tiene que resolver desde el nivel central’, dijo.

Aunque señaló que hay discusiones que deben darse a nivel nacional, como la reforma de pensiones, ‘parte importante de las soluciones tienen que generarse desde las propias regiones, reconociendo la realidad, necesidad demográfica y características de esa región’.

Instó a que temas como soluciones habitacionales; participación e integración de personas mayores a la comunidad; seguridad; transporte; y necesidades de cuidado tengan un fuerte componente territorial. ‘Así lo han entendido los países más envejecidos’, aseguró, mencionando a Finlandia y Japón como ejemplo de políticas con resultados positivos.

Para la excoordinadora del Senama en La Araucanía, Karin Mella, en su región el envejecimiento ya no es un fenómeno futuro, sino una realidad que está transformando la economía, y que ‘requiere una planificación estratégica regional que permita anticipar y adaptarse a estos cambios’. A su juicio, esto ‘obliga a repensar el mercado laboral, la infraestructura social y los servicios de cuidado’.

La seremi de Valparaíso, Claudia Espinosa, añadió que ‘un desafío fundamental es generar una oferta adecuada de política pública para promover el envejecimiento activo de forma transversal’, tanto en mujeres como en hombres.

Fuente: El Diario Financiero, Sección DF – BANCA & FINANZAS, Pág. 68-70 (Medio Impreso)

Ciudad y vejez

Señor Director:

Habiendo recién pasado el mes del adulto mayor y ad-portas de elecciones, Chile enfrenta una urgencia: somos el país con la tasa de envejecimiento más alta de América Latina. La población sobre 65 años se duplicó entre 1992 y 2017 y hoy bordea el 15% del total, mientras el tamaño promedio de los hogares cayó de cuatro a 2,8 personas por vivienda. Sin embargo, el país no está preparado para una sociedad que evidentemente, envejece. ¿Cómo estamos proyectando nuestras ciudades ante esta realidad? ¿Cómo vamos a vivir en 20 o 30 años más, con esta realidad demográfica?

Las políticas públicas se concentran en pensiones y salud, pero dejan fuera la habitabilidad y el territorio. Solo una de cada cuatro empresas dirige sus productos a este grupo, aunque en el hemisferio norte los mayores representan el 60% del consumo. Es interesante abrirse a modelos colaborativos, tan necesarios para esa etapa de la vida. Modelos como el cohousing (vivienda colaborativa intencional), establecidos en países como España o Dinamarca, hacen posible combinar vida independiente, espacios comunes y redes de apoyo intergeneracional, probando que, además, trae importantes beneficios para niños, jóvenes y personas mayores.

En línea con esto, incorporar la vivienda universal y adaptar las ciudades, veredas, cruces y plazas, son otros de los pasos que faltan para hacer de Chile un país donde envejecer no sea un desafío, sino una etapa vivible y digna.

Javiera Basso – Líder de la Unidad Estudios de Mujeres Inmobiliarias y directora en JLL

Fuente: El Libero

Aprender a envejecer también es una lección financiera

Pablo Morales Director Carrera de Contador Auditor Universidad de Las Américas

Octubre es el mes del adulto mayor, una fecha que invita no solo a reconocer la sabiduría y experiencia de quienes construyeron nuestro país, sino también a reflexionar sobre cómo nos preparamos para llegar a esa etapa de la vida. En Chile, la conversación sobre la vejez suele centrarse en las pensiones, pero pocas veces se aborda el componente educativo detrás de la planificación financiera.
La educación financiera no se limita a aprender a manejar ingresos o gastos, sino a comprender el ciclo completo de la vida económica. Desde la primera remuneración hasta la jubilación, cada decisión de ahorro, inversión o endeudamiento tiene un efecto acumulativo que incide directamente en la calidad de vida al envejecer. Como solía decir mi madre “los huevitos se dejan en distintas canastas”, recordándonos que la diversificación y la previsión son claves para enfrentar los vaivenes del futuro.
Lamentablemente, la formación financiera sigue siendo baja. Según la OCDE (2020), menos de la mitad de los adultos en los países miembros posee conocimientos financieros básicos en temas como interés compuesto, planificación del ahorro o diversificación de inversiones. Esto implica que muchas personas llegan a la tercera edad con una comprensión limitada sobre cómo administrar sus recursos, enfrentar imprevistos o aprovechar los beneficios del sistema previsional.
Las universidades, los colegios y los medios de comunicación, tienen un rol clave en revertir esta realidad. Incluir contenidos financieros en los programas educativos, promover talleres comunitarios o incorporar la planificación para la vejez en las mallas curriculares de carreras como contabilidad o trabajo social, puede marcar la diferencia. La educación financiera debe ser vista como una herramienta de bienestar y no solo como una competencia económica.
Planificar la vejez es un acto de responsabilidad individual, pero también de justicia social. Un país que enseña a sus ciudadanos a administrar sus recursos desde jóvenes, construye generaciones más conscientes, autónomas y preparadas. En el mes del adulto mayor, el mejor homenaje que podemos rendir es formar una sociedad que valore el conocimiento financiero como parte esencial del buen vivir.

Fuente: diarioelheraldo.cl

Manténgase “a toda máquina” después de los 65 años

En Chile existen diversos programas estatales de cursos, viajes y beneficios sociales que permiten a las personas mayores mantenerse activas, cuidar su salud y seguir participando plenamente de la
sociedad para disfrutar los años dorados con autonomía y energía.
Noemí Salazar, terapeuta ocupacional de Senior Suites, una residencia
para que las personas mayores vivan con autonomía, bienestar y cuidados profesionales, nos entrega las siguientes
Recomendaciones:

Movimiento diario:

“Mantener la movilidad previene caídas y pérdida de masa muscular. Por
eso, recomendamos caminar, ejercicios de equilibrio o fuerza”, indica la profesional. El Ministerio de Salud, así como diversas municipalidades, promueven programas dirigidos a¡ personas mayores para integrar la actividad física como pilar de la prevención de dependencia.

Chequeos programados:

“Nunca está de más realizar una cita preventiva con el médico, al menos una vez al año, controlar presión, glicemia, visión y audición, ya que permite detectar riesgos tempranos”, advierten desde Senior Suites. Es más, el sistema público impulsa revisiones periódicas, como el Examen de Medicina Preventiva del Adulto Mayor (Empam) que se realiza en los Centros de Salud Familiar (Cesfam).

Entrenar la mente:

A través de actividades cognitivas, como clubes de lectura, talleres y
cursos. “El objetivo es retrasar el deterioro y fomentar la socialización. Programas municipales y nacionales contemplan talleres y espacios comunitarios para personas mayores”, señala Salazar.

También en Sence.gob.cl es posible accedera cursos en línea y asincrónicos para aprender sobre nuevas tecnologías, inteligencia artificial y a desenvolverse en ambientes digitales.

Fuente: El Mercurio, Sección sociedad, Pág. 20 (Medio Impreso)

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