Existe un sobrediagnóstico en el 20 por ciento de los adultos mayores que les toman la presión arterial, por lo que expertos sugieren tener cuidado al respecto. Si bien hasta el 70 por ciento de los adultos mayores, en especial quienes sobrepasan los 85 años, padece hipertensión arterial, existen algunas condiciones como cambios propios de la edad y las condiciones en que se hace la medición de la presión arterial. Especialistas señalan que con la edad vienen cambios en las estructuras del organismo, y en el caso del sistema arteriovenoso, éste pierde elasticidad, tornándose rígido, lo que modifica la velocidad de la circulación sanguínea. Asimismo, las condiciones en que se toma la presión sanguínea influyen para que, eventualmente las lecturas aparezcan alteradas, por ejemplo, el hecho de que el adulto mayor haya caminado cinco minutos previos al estudio, o si se encuentra hablando mientras se le hace. Otro factor que puede redundar en resultados alterados al medir la presión arterial del adulto mayor es el estrés. “A muchos adultos mayores les estresa acudir al médico”. También añaden que tener deseos de ir al baño al momento de estarse haciendo la medición, también da resultados alterados. Hacer este estudio implica que el pulso del paciente se colapse, esto significa, que no se perciba al tacto cuando el baumanómetro está al máximo de presión. También es importante que tenga ambos pies en el piso y el brazo apoyado sobre una superficie rígida para que esté relajado
aunque estable. Cuando la lectura de la presión es de 160 sobre 100, es importante buscar atención médica, sin embargo si ésta es de 140 sobre 90, con una dieta baja en sodio, se pueden conseguir buenos resultados. “Habitualmente en el adulto mayor la causa de hipertensión no es específica, se cree que es sobre todo una hiperreactividad a la sal, pues cuando se pone al paciente en una dieta hiposódica, se tiene un buen resultado”. No obstante, esto no significa falta absoluta de sal, sino una disminución en la cantidad que se consume. El tratamiento recomendado para el adulto mayor con hipertensión, incluye también evitar el consumo de alcohol y tabaco y realizar actividad física periódica, acorde a sus condiciones. En caso de que el paciente no responda a los seis meses de haber iniciado la dieta, se considerará un tratamiento médico a base de fármacos. Es importante inculcar en las personas de la tercera edad, la cultura de la prevención. Visitar a su médico con regularidad, aunque no exista ningún malestar o padecimiento, y sobre todo, mantener un estilo de vida activo y saludable.