Los ejercicios mentales y juegos pueden ser una buena estrategia para entrenar la memoria cuando se llega a la tercera edad, según indican algunos científicos.
Otros expertos han abordado el tema y su vínculo con los ejercicios físicos, como el doctor Emrah Duzel, del Centro de Enfermedades Neurodegenerativas de Alemania, quien enfatiza en los cambios cerebrales y cognitivos que tienen lugar cuando se realiza actividad física.
Duzel comenta que en sus estudios encontró cambios en el hipocampo, una estructura cerebral importante en la memoria, y en los marcadores sanguíneos de plasticidad. Ello significa que practicar un año de ejercicio físico, pasando de un nivel leve a uno moderado, podría prevenir la atrofia del hipocampo, precisa el experto.
Estrategias combinadas
Pero no todos los estudios encuentran mejoría en los test de memoria tras la práctica de ejercicio físico. A nivel cognitivo, los resultados del doctor Duzel, no fueron los mismos.
Al parecer, explica el experto, la discrepancia de resultados podría deberse a la gran variabilidad existente entre los individuos, pues en unos experimentos los cambios en el estado físico y los volúmenes del hipocampo correlacionaron con el rendimiento en una tarea de memoria de trabajo visoespacial y en otros no.
Entonces, ¿podemos hacer algo para mejorar la salud de nuestra memoria cuando rondamos la tercera edad? Según Duzel, una opción sería combinar el entrenamiento físico y el cognitivo, sin olvidar los tratamientos nutricionales y farmacológicos.
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