Trabajar en la vejez es vida

La mayoría de las personas aspira a jubilarse porque considera que no hacer nada relacionado con el trabajo es el justo premio a tantos años de esfuerzo y dedicación. Pero se ha observado que hay “una disminución impresionante en el rendimiento cognitivo que va de la mano con la jubilación porque cuando dejamos de participar en tareas complejas, el cerebro se empieza a dañar”, señala Dawn C. Carr, investigadora de ciencias sociales asociada con el Centro de la Longevidad de Stanford, Estados Unidos. Según la más reciente Encuesta de Salud, Vejez y Jubilación hecha en Europa, este deterioro se presenta en el largo plazo y el impacto real en la salud mental de los jubilados se evidencia en síntomas como pérdida de apetito, disminución del nivel de concentración, fatiga y depresión crónica.

 

En un foro sobre alzhéimer realizado en la Clínica Mayo en Miami, los especialistas invitados señalaron que para evitar el deterioro cognoscitivo lo principal es seguir usando el cerebro en labores que exijan pensamiento complejo. La evidencia científica muestra que seguir trabajando genera un beneficio emocional debido a las relaciones sociales. En un estudio, Eleonora Patacchini, de la Universidad de Cornell, y Gary Engelhardt, de la Universidad de Siracusa, en Estados Unidos, observaron que quienes siguen ocupados después de pensionarse aumentan el número de vínculos familiares y de amigos hasta 25 por ciento en comparación con los que se jubilan y se aíslan. Así lo comprobaron tras analizar una base de datos de 1.300 personas de entre 57 y 85 años y evaluar factores como el estado civil, la edad, el estado de salud y el nivel de ingresos.

Además, los científicos han observado que trabajar en esta etapa de la vida ofrece una rutina y un estímulo para levantarse todos los días porque sentirse útil y productivo genera bienestar físico, mental y emocional a cualquier edad y grandes beneficios en salud.

 

Es posible lograr esos beneficios por medio de muchas actividades que pueden o no ser consideradas trabajo. Llamamos trabajo a actividades remuneradas y no agradables, pero hay labores amables no remuneradas que pueden lograr ese mismo objetivo. En esta etapa vale más la remuneración emocional, que va de la mano con actividades físicas y mentales que sean practicadas de forma constante. Algunos estudios sugieren unirse a voluntariados para mantener un rendimiento cognitivo. Otra opción es involucrarse en actividades grupales como cursos de lenguas extranjeras, fotografía, pintura o darles rienda suelta a los sueños postergados. “Lo más importante es que el trabajo no plantee demasiadas exigencias físicas y haya una reducción en la intensidad horaria”, señala el Informe Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en 2015.

 

Según expertos, en lugar de llamarla jubilación, esta etapa debería ser un cambio, como el que sucede al pasar de la universidad al campo laboral. Y para lograr que esa transición sea productiva y saludable lo mejor es prepararse por lo menos diez años antes, y despojarse de ideas caducas como que el trabajo es un karma.

FUENTE: semana.com/vidamoderna

OTROS TEMAS

A mayor optimismo, mayor bienestar

FUENTE: abs.bimedica.com

En el año 1948, la OMS definió la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Esta definición fue revolucionaria en su momento por tener en cuenta no sólo la ausencia de enfermedad sino también la parte mental y social. Sin embargo, con […]

Leer Más

Salud mental en Adultos Mayores

FUENTE: Senior Suites

La salud mental es un tema que se suele invisibilizar, pero es de vital importancia para nuestro bienestar.   Los trastornos psicológicos afectan a ciertos grupos más que a otros, como aquellos con predisposiciones genéticas o experiencias traumáticas. En el caso de los adultos mayores existe un estimado del 15% de la población mayor sufriendo […]

Leer Más