Las personas de la tercera edad, pueden llegar a padecer de la osteoartrosis, un mal que afecta
severamente el cartílago causando inmovilidad de las articulaciones y produce mucho dolor y rigidez.
El doctor Luis Chou, especialista en la tercera edad, explica
que esa enfermedad es degenerativa, la cual se enfatiza su afección en el cartílago y las articulaciones en las zonas como: rodillas, cervical, lumbar, pelvis, caderas y los dedos de las manos y pies.
Se presenta mayormente en personas de 50 a 60 años.
Una característica de la osteoartrosis es que se va deformando el cartílago a medida que avanza el mal.
Puede observarse que los dedos de las manos se deforman y con el tiempo se inmovilizan, dice Chou.
Los principales síntomas son: el dolor, la inflamación y la limitación funcional de las articulaciones.
“Muchos de los paciente se sienten mal, ya que no pueden tener una movilidad normal, necesitan la ayuda de sus demás familiares para efectuar actividades cotidianas”, explica.
Poco a poco
En las articulaciones normales, los extremos de los huesos están cubiertos por un tejido liso y resbaladizo denominado cartílago, que protege los huesos impidiendo
que se froten unos contra otros y reducen la fricción.
Las articulaciones también contienen un fluido llamado líquido sinovial, que actúa como colchón o amortiguador y lubrica la articulación.
Cuando se sufre de osteoartrosis se pierde ese fluido y se produce fricción causando dolor y su inmovilidad.
El tratamiento que seguirá el paciente será a base de analgésicos y antiinflamatorios.
Chou detalla que es importante que la enfermedad sea detectada de forma temprana, por lo que el adulto mayor debe someterse a dos o tres evaluaciones al año, para poder detectar ese mal.
Los exámenes de laboratorio que debe realizarse son: factor reumatoideo, la medición del VES (velocidad de erito sedimentación), PCR (proteína C reactiva) y ácido úrico.
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