Las personas de la tercera edad son susceptibles a muchos padecimientos, uno de ellos es la neumonía, enfermedad que en la mayoría de los casos puede ser prevenida.
La palabra neumonía es más frecuente en las estadísticas cuando se habla de niños menores de cinco años. Las portadas de los periódicos suelen llevar la noticia cuando hay un brote de esta enfermedad en el hospital infantil, pero la neumonía también afecta –y de forma igual de grave – a las personas mayores.
En el marco del Congreso Panamericano de Infectología celebrado la semana pasada en Punta del Este, Uruguay, se desarrolló también una sesión para medios de comunicación latinoamericanos, con el objetivo de hablar específicamente sobre la neumonía en adultos, un tema que los mismos expertos presentes asumieron como poco atendido. Tanto es así que en un estudio publicado por la Organización Panamericana de la Salud y presentado en esa ocasión por la doctora Rosana Richtman, infectóloga brasileña, no figuraban estadísticas de los países de Centroamérica.
No obstante, se calcula que en el mundo la neumonía es la tercera causa de muerte en adultos, superada solo por las enfermedades cardiovasculares y las isquémicas, de acuerdo con la experta carioca.
De acuerdo con Richtman, las personas en general y las autoridades de salud en particular deberían preocuparse por esta enfermedad en los mayores, porque la población mayor de 60 años está aumentando. Y lo más grave es que la neumonía, si no produce la muerte, implica discapacidad y sufrimiento para la persona mayor, sin mencionar los costos hospitalarios. La doctora ejemplificó con el caso de Argentina, donde el 30% de las personas mayores hospitalizadas por neumonía debe ingresar a la unidad de cuidados intensivos.
Vulnerabilidad
La edad es un factor de riesgo importante para desarrollar neumonía. Esta enfermedad se da con mayor frecuencia en niños pequeños y en adultos mayores, debido a que se aprovecha de su sistema inmunológico, en los primeros porque está inmaduro y en los segundos porque ya está debilitado.
Las personas mayores tienen el agravante de que a esa edad es común padecer de problemas cardiovasculares y diabetes, o bien, son individuos que probablemente han fumado durante décadas, según explicó Eduardo Savio, infectólogo uruguayo presente en el encuentro para periodistas.
Por su parte, el doctor Juan Gómez detalló lo que significa esta enfermedad respiratoria para una persona mayor. Según él, en muchos casos se requiere ventilación pulmonar durante la hospitalización y luego de esta, fisioterapia para recuperarse. El adulto mayor se siente inseguro, vulnerable y deprimido porque lo vuelve dependiente de los demás, a lo que hay que agregar los costos para la familia.
Los médicos presentes en la actividad de Punta del Este recalcaron la importancia de la prevención de la neumonía. Dijeron, entre otras cosas, que la vacunación a los niños contra el neumococo, principal bacteria causante, es una forma de evitar el contagio en los ancianos quienes muchas veces son infectados por sus nietos.
La vacuna contra la influenza, el virus que más neumonías causa, también es fundamental.
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