Multifactorial, la incontinencia urinaria en el adulto mayor

La incontinencia urinaria forma parte del llamado síndrome geriátrico en el adulto mayor y se refiere básicamente a la pérdida involuntaria de orina.

Esta problemática de salud en el adulto mayor es multifactorial e intervienen aspectos como disfuncionalidad física para poder llegar al baño a tiempo, estados confusionales, problemas en la próstata e inflamación de uretra.

Especialistas afirman que incluso influye la polifarmacia, debido a que la ingesta de medicamentos de los llamados diuréticos aumenta la necesidad de miccionar.

La prevalencia es alta, de hecho puede alcanzar entre el 10 y 30 por ciento en población a partir de los 65 años de edad, e incluso ser mayor el porcentaje para las personas de la tercera edad que se encuentran en hospitalización por tiempos prolongados.

 

La incontinencia urinaria es incluso mayor en mujeres que en hombres, sobre todo en pacientes femeninas que se encuentran en etapa postmenopáusica y en donde la pérdida de líquido se produce por algunos esfuerzos físicos que ocasionan un incremento en presión intraabdominal, como el hecho de toser o reír.

Son diversos los tipos de incontinencia que pueden presentarse como la de urgencia, en donde al paciente lo asalta de forma repentina la necesidad de orinar y la vejiga se vacía en cuanto siente el deseo de miccionar, por lo que la cantidad que pierde puede ser mucha.

En caso contrario, puede presentarse por rebosamiento, en donde existe un volumen de orina residual excesivo que no puede desahogarse normalmente, por obstrucción mecánica en el vaciamiento de la vesícula.

Asimismo, se presenta la de tipo mixto, que puede afectar hasta a un 10 por ciento de adultos mayores, en la cual, la causa es combinada se asocia a aspectos de inestabilidad y debilidad de algunos componentes del sistema genitourinario.

Para su diagnóstico, se debe evaluar el ciclo de micción de la persona, realizarse exámenes de laboratorio, generales y urodinámicos para conocer el origen de la incontinencia.

El tratamiento dependerá de la causa que origina la falta de control de esfínteres, y puede incluso ser motivo de cirugía, aunque pueden suministrarse fármacos previo a optar por la intervención quirúrgica.

Dentro de las recomendaciones para facilitar que el adulto mayor pueda realizar sus necesidades fisiológicas sin mayores impedimentos, es necesario proveer de accesos fáciles a los cuartos de baño en la casa y que éstos estén bien iluminados.

En caso de pacientes con problemas de movilidad es importante colocar un orinal junto a su cama.

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