La vejez representa una etapa de múltiples cambios en la vida de las personas, tanto en lo físico hasta lo psicológico. Toca aceptar que nuestro rol en la sociedad ya no será el mismo, e incluso en el núcleo familiar las cosas van a ser diferentes.
Se trata de una etapa del desarrollo evolutivo en el cual comenzamos a vernos limitados en ciertos aspectos, a causa del desgaste natural del cuerpo y la mente. Puede ocurrie que la persona considere que no ha conseguido los objetivos fijados para sí misma y experimente sentimientos de vacío y malestar.
Consejos para mejorar la autoestima en la vejez
- Aceptar el nuevo rol
Aceptar que éste ha cambiado, y que es el momento de dejar ir algunas actividades que solíamos hacer antes. Cuanto más rápido acptemos nuestro nuevo rol, más pronto estaremos listos para iniciar nuevas experiencias.
- No compararnos
Ninguna persona es igual a otra en ningun aspecto; similares tal vez, pero jamás iguales. Es importante tenerlo en claro para no hacer comparaciones con otros que afrontan la vejez de un modo diferente.
Esta etapa no aplica de la misma manera para todos, solo hay que cuidar la salud y mantenernos activos en ,lo que esté a nuestro alcance, sin extralimitarse.
- Ser comprensivos
Es importante comprender porqué nuestros familiares y seres queridos se esfuerzan para que cambiemos nuestra rutina y algunos de nuestros hábitos diarios. No lo hacen por molestar o porque consideren que se trata de lidiar con una carga, sino porque buscan mejorar nuesta calidad de vida.
- Cultivar la paciencia
En ocasiones vamos a necesitar la ayuda de otras personas para hacer algunas cosas y tal vez no siempre obtengamos esa ayuda con la misma rapidez. Comprender que hay cosas que van más alláde nuestro control, y que lo mejor es esperar pacientemente a que nos puedan brindar la ayuda que necesitamos, sin molestarnos cuando no llegue inmediatamente. Evitar esa clase de frustraciones protege nuestra autoestima, porque no nos lleva a sentirnos inútiles, sino que contribuye a que adoptemos una identidad en la que la humildad es importante.
Adaptarse a nuestro rol en la tercera edad
Una vez alcanzada la vejez lo ideal es que la persona comprenda que ya no puede hacer algunas de las cosas que hacía antes. En la medida que el sujeto consiga aceptar estos hechos, será menos probable que se vea afectado por la baja autoestima.
Es importante a su vez que se sigan sintiendo útiles para evitar que caigan en estados depresivos intensos debido a problemas relacionados con su autoestima. Establecer una rutina diaria con actividades que estén a su alcance resulta un factor protector contra los sentimientos de inutilidad.
Si las personas comienzan a planificar con tiempo su jubilación, en muchos casos esta no representará un riesgo para su autoestima, porque ya tendrán otras actividades planificadas a las cuales piensen dedicarle su tiempo. Hablar con otros compañeros de trabajo sobre sus planes posteriores a jubilarse ayuda.