Cada vez más las personas mayores se animan y eligen volver a estudiar, realizar cursos, talleres o incluso carreras para cumplir sueños y metas que quedaron pendientes, descubrir nuevas habilidades o simplemente por realización personal.
Estudiar trae más beneficios para las personas mayores de lo que ellos mismos se imaginan, ya que al mantener la mente activa se disminuye el riesgo de deterioro cognitivo.
Lo importante de disminuir el riesgo de deterioro cognitivo en los adultos mayores, es que logran mantener la independencia y el control de sus vidas, lo que les genera autoconfianza.
De igual forma, el estudio en la vejez favorece el recobro de redes de apoyo, pues estar con otras personas mejora las posibilidades de vincularse socialmente. Es normal que en la vejez las redes de apoyo se empobrezcan porque los hijos se van de la casa, la pareja muere, la jubilación acaba con los vínculos laborales, entre otras razones. Recuperarlas les permite un nuevo rol en la sociedad, contribuye a generar sentimientos de pertenencia y los ayuda a entender y a aceptar el proceso de envejecimiento de mejor manera.
Es importante destacar que los adultos mayores no deben dejarse llevar por lo que digan otras personas, pues solo ellos se darán cuenta de los beneficios que les puede traer el estudio, así no se trate de educación formal. Una persona que sigue estudiando tiene más posibilidades de mantener en mejor estado sus capacidades cognitivas y sus funciones ejecutivas; es decir, la capacidad de decisión, organización, de planificación de su vida.
Por último, uno de los beneficios más importantes de estudiar a esta edad es que no solo impacta directamente en el adulto mayor, sino también en la misma sociedad, es el cambio de perspectiva respecto a esa generación. Es una forma de entablar el diálogo intergeneracional y lograr un verdadero cambio cultural en la forma como vemos esta etapa de la vida.
FUENTE: semana.com