Actualmente, el 15% de la población chilena es adulta mayor -más de 60 años- y se espera que para el 2025 ésta se eleve a un 20%.
Uno de los temores más grandes de las personas mayores o que están entrando a la tercera edad es la pérdida de la autonomía. Ésta trae como consecuencia el progreso del envejecimiento de manera anticipada por lo que es importante evitarlo y saber cómo asumirlo como familia una vez que esta situación se hace inminente. Al respecto, estudios señalan que las personas sufren limitaciones en su autonomía por consecuencias derivadas del proceso natural del envejecimiento, a medida que pasan los años las células del organismo se van desgastando y provocando transformaciones en los distintos sistemas y órganos del cuerpo humano, lo que se traduce en una pérdida de vigor, agilidad y velocidad. Además, el cansancio y la fatiga se presentan con más frecuencia. La dra. Claudia Recart, geriatra del Hospital San Juan de Dios-CDT, recomienda que “los adultos mayores deben realizar una actividad que sea más o menos exigente, donde las personas tengan que desarrollar sus habilidades, físicas, mentales y sociales, que éstas sean útiles, y que le permita tener contacto con otras personas”. La especialista señala que la mejor manera que un adulto mayor se mantenga activo es desarrollando diversas actividades físicas como por ejemplo deportes acordes a la situación de cada uno, además de ejercitar la memoria realizando puzzles, juegos de salón, estudiar alguna materia de su interés junto con esto mantener una vida social activa, buscando actividades que sean gratificantes y seguras para cada sujeto Es importante que la familia integre a los adultos mayores y así favorece a la autonomía de estos, la Dra. Recart explica que “la familia debe permitir y facilitar que el adulto mayor realice la mayor cantidad de actividades de manera independiente, siempre que esto no genere un riesgo para él/ella o para terceros. En caso de ser necesario, que estas actividades sean supervisadas para evitar accidentes. Si existe alguna dificultad por parte del adulto mayor, se deben acomodar las tareas o actividades de acuerdo a lo que sus capacidades le permitan. Por ejemplo, ayudar en la cocina a pelar verduras, y así participar en la preparación de las comidas”.
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