Neumonía en el Adulto Mayor

Referencia: https://nursing-homes.aplaceformom.com/articles/pneumonia-in-the-elderly/

En el mundo, uno de cada veinte adultos que contraen neumonía muere, siendo la séptima causa de decesos en países como EE.UU.

La neumonía es una inflamación de los pulmones, usualmente causada por bacterias, virus, hongos u otros organismos. Esta inflamación provoca un aumento del líquido en la parte infectada del pulmón disminuyendo el flujo de sangre a éstos, con la consiguiente baja de los niveles de oxígeno en el cuerpo.

Esta disminución es más probable que ocurra a una edad avanzada y en personas enfermas. El cuerpo trata de preservar el flujo de sangre a órganos vitales disminuyendo el flujo sanguíneo a otras partes del cuerpo. Las complicaciones de la neumonía en los ancianos puede amenazar la vida del paciente al comprometer otras funciones, como una baja de la presión arterial, insuficiencia renal o una sepsis generalizada.

Síntomas

Las personas de edad avanzada son más susceptibles a la neumonía por varias razones. El sistema inmunológico se va debilitando con los años y con frecuencia ya sufren de condiciones co-mórbidas como enfermedades del corazón, lo que significa que no toleran la infección tan bien como los jóvenes.

La neumonía es causada por más de treinta tipos de organismos diferentes, lo que significa que los síntomas pueden variar de un caso a otro. Sin embargo, los siguientes síntomas pueden indicar la presencia de una neumonía:

  • Malestar o sensación de debilidad
  • Tos
  • Flema verde o amarilla
  • Dolor en el pecho
  • Confusión
  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Falta de aire al respirar

A menudo, las personas creen que es simplemente una gripe, pero los síntomas de la neumonía en los ancianos pueden diferir de la población en general. Un paciente de más edad puede no tener fiebre. Los síntomas pueden ser más suaves, como perder el apetito, o sufrir de vértigo y caídas.

Las personas a menudo están expuestas a los microorganismos que causan esta enfermedad, pero los mecanismos de defensa del pulmón por lo general los eliminan. A veces, estos organismos burlan el sistema inmunológico e infectan las cavidades de los pulmones. Cuando un paciente tiene neumonía, los alvéolos afectados se inflaman y se llenan de líquido. Esto da lugar a problemas respiratorios, falta de flujo de sangre a las secciones enfermas y a una disminución en el nivel de oxígeno del torrente sanguíneo.

Diagnóstico y Causas

Pruebas simples pueden confirmar un caso de neumonía en los ancianos. Un médico puede detectar una infección al pulmón simplemente auscultando al paciente. Una oximetría calcula los niveles de oxígeno de la sangre y se pueden realizar cultivos a la flema para identificar el causante. Una radiografía de tórax o TC da a menudo el diagnóstico definitivo, indicando dónde está la infección y cuánto se ha expandido.

Aunque la neumonía puede ser causada por más de dos docenas de organismos, en los ancianos es generalmente causada por bacterias o virus. El estreptococo (o neumococo), es la bacteria responsable de cerca de cuarenta mil muertes cada año. Los ancianos son más propensos a coger esta cepa de la neumonía. Puede dañar los pulmones, causar bacteriemia en el torrente sanguíneo y meningitis en el cerebro.

Los virus también pueden desencadenar esta enfermedad y se cree que causa aproximadamente el 50 por ciento de las infecciones de neumonía en la población general. Usualmente, la neumonía viral es menos grave, pero puede dar paso a una neumonía bacteriana.

Tratamiento

Los pacientes son tratados en función de organismo que desencadenó la neumonía, lo que se puede determinar a través de un análisis de sangre o de flema. Para un caso de neumonía viral, algunos pacientes pueden recibir medicamentos antivirales, pero estos no son comúnmente prescritos. Episodios de neumonía viral se suelen curar sin medicación, si el paciente hace reposo, come alimentos saludables y toma de abundantes líquidos

La neumonía bacteriana siempre es tratada con antibióticos. Tratamientos antibióticos eficaces incluyen fluoroquinolonas respiratorias como moxifloxacino, aunque hay varios otros tratamientos antibióticos que funcionan tan bien como éstos.

El tratamiento de la neumonía bacteriana se ha vuelto más complicada últimamente debido a la resistencia a los antibióticos: los organismos pueden mutar y volverse resistentes al tratamiento farmacológico. Esta es una razón por la cual es importante que un paciente termine todo su tratamiento, pues interrumpirlo tempranamente aumenta la resistencia de las bacterias.

La mayoría de pacientes con neumonía se curan en casa, pero algunos casos complicados se suelen hospitalizar. Ya sea en casa o en un hospital, se pueden tratar los síntomas como la fiebre, los dolores y la tos con medicamentos. Debido a que la tos ayuda a eliminar la infección pulmonar, esta acción no suele ser totalmente reducida. Pacientes con ciertas cepas pueden necesitar respiradores de oxígeno para aumentar los niveles de oxígeno en la sangre. Quienes cuidan de los pacientes deben asegurarse de que esté recibiendo una adecuada hidratación, comiendo al menos una pequeña cantidad de alimentos sanos y atentos a los posibles empeoramientos.

Algunas complicaciones que pueden surgir producto de la neumonía:

  • Bacteriemia: Se produce cuando la infección invade el torrente sanguíneo y afecta otros órganos del cuerpo.
  • Pleuresía y empiema: La pleuresía se produce cuando se inflama la membrana que cubre los pulmones (pleura). El empiema ocurre cuando se infectan los fluidos causantes de la inflamación.
  • Absceso pulmonar: Una cavidad llena de pus se puede desarrollar en la zona infectada del pulmón.
  • Síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA): Pulmones gravemente dañados debido a la neumonía, pueden fallar. El tratamiento incluye el uso de un respirador mecánico y oxígeno suplementario.

Prevención

La neumonía en la vejez, así como en los jóvenes se produce cuando se debilita el sistema inmunológico de la persona. A pesar de que puede transmitirse por el aire o por el contacto físico, si el sistema inmunológico es fuerte puede luchar contra la infección. Algunos métodos de prevención son:

  • La vacuna antineumocócica: Esta vacuna ayuda a prevenir 23 diferentes cepas de la neumonía bacteriana. Es importante señalar que la vacuna es eficaz para un corto período de tiempo en las personas mayores. Los expertos recomiendan tener su primera dosis a los 50 y la segunda dosis a los 65 años y a continuación cada cinco años.
  • Vacuna contra la influenza: Esta vacuna es tan importante como la vacuna neumocócica. La neumonía es una infección secundaria a menudo después de un primer episodio de gripe. Las personas que reciben esta vacuna tienen menos riesgo de desarrollar neumonía como complicación de gripe. Los adultos mayores deberían vacunarse contra la gripe cada año.
  • Lávese las manos: Es muy importante lavarse las manos todo lo que se pueda para evitar los contagios.
  • Higiene dental: Las infecciones de la neumonía pueden comenzar alrededor de los dientes infectados, por lo que cualquier trabajo dental debe mantenerse en buen estado.
  • Buenos hábitos de salud: El ejercicio, el descanso y la alimentación saludable pueden aumentar la resistencia a la neumonía.

Por supuesto, la prevención de la neumonía en el adulto mayor es siempre preferible al tratamiento. Pero si usted observa alguno de los síntomas descritos en su ser querido, una rápida intervención puede llegar a salvarle la vida.

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